RAMÓN MARTINEZ – Facilitador  “Reflexiones sobre el autoconocimiento” (2da Parte)

( Te recomendamos revisar previamente la primera parte de este artículo, en este mismo blog)

Sobre las emociones habría que saber que pueden proporcionarnos información valiosa sobre nosotros mismos, sobre otras personas y sobre determinadas situaciones. Sentir ansiedad ante un examen puede ser una señal de que necesitamos prepararnos mejor. El enojo que tienes contra tu pareja por no darte la razón puede ser por una necesidad de ser valorado.

Si escuchamos la información que nos proporcionan las emociones, podemos modificar nuestras conductas y pensamientos con el fin de transformar las situaciones.

Nuestras sensaciones nos acompañan siempre, pero rara vez les prestamos atención. Lo típico es que cobremos conciencia de ellas sólo cuando se desbordan. Pero, si prestamos atención, las experimentamos mucho antes de que surjan con tanta fuerza. Las personas que no reconocen sus sentimientos se encuentran en tremenda desventaja.

Las emociones nos llevan a la acción y muy frecuentemente los comportamientos derivados de la falta de gestión emocional nos conducen a resultados dolorosos y alejados de nuestros objetivos.

Si poseemos un alto grado de autoconciencia podremos ponernos a nosotros mismos en el punto de mira y observarnos en acción. Puesto que cada uno constituye el centro de su propio universo, debemos averiguar qué nos impulsa a hacer algo antes de intentar cambiar nuestras acciones con el fin de obtener mejores resultados. Debemos comprender qué cosas tienen importancia para nosotros, cómo las experimentamos, qué es lo que queremos y sentimos y cómo nos perciben los demás.

Conviene tomar conciencia de nuestras intenciones, porque esto nos puede dar información para concebir la estrategia más adecuada. Como sucede con las emociones, muchas veces no tenemos bien claro cuáles son nuestras intenciones. Otras veces, parecen estar en conflicto unas con otras.

La pregunta sería ¿qué quieres ? y ¿cómo puedes lograrlo?

Siendo conscientes de esta ecuación (Las creencias estimulan las emociones y estas te llevan a actuar y relacionarte con el mundo) el autoconocimiento nos permitiría empoderarnos de nuestra vida y llevarla en la dirección que quisiéramos obteniendo de ella lo mejor: felicidad, relaciones plenas, abundancia, prosperidad y una mejor salud.

El autoconocimiento no solo se centra en nuestras limitaciones, sino también en nuestras fortalezas. En este punto es donde comienza el desarrollo personal. Y en líneas generales, consiste en convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. No en vano, cada uno de nosotros hemos nacido con una serie de cualidades, virtudes, capacidades y habilidades innatas. Pero a menos que sepamos detectarlas y desarrollarlas, permanecen ocultas en las profundidades de nuestro ser.

El reto consiste en pelar las numerosas capas de cebolla que nos separan del núcleo, donde reside nuestra verdadera esencia y desde donde reconectamos con nuestro inmenso potencial. Y desde ahí́, hacer realidad nuestros sueños y anhelos.

“Si quieres conocer el pasado, entonces mira tu presente que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro, mira tu presente que es la causa”. Atribuida a Buda.

Ramón Martínez
Facilitador Insight

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